

El cine en el Ecuador se convirtió en el quehacer de diversas personas, porque encontraron en el arte de contar historias el oficio idóneo para repensar la realidad.
La sociedad ya no se cuestiona a través de las letras, los versos, las melodías o los óleos, por lo que el movimiento de la vida, su constante cambio, visto en una gran pantalla es la chispa de esperanza para entender un poco más al ‘nosotros’ que nos habita.
El cine ecuatoriano nace de manera autodidacta en quienes necesitan gritar, denunciar, contemplar o, simplemente, plasmar la cotidianidad de un país en la mitad de la tierra: un país que siempre ha buscado despegar.
Ecuador.
Jorge Enrique Adoum – Ecuador, 1. La Geografía
Es un país irreal limitado por sí mismo, partido por una línea imaginaria y, no obstante, cavada en el cemento al pie de la pirámide.
«Es hora de que no nos quedemos en las palabras, sino que traduzcamos en actos», decía Jaime Roldós en su posesión presidencial del año 1979. Los cineastas hicieron que las cámaras traduzcan los pormenores de la sociedad en acciones que pudieran encontrar, más allá de las pantallas, a alguien dispuesto a escuchar.
Existen dudas de los vestigios por los que caminamos con miras a un futuro en el cual seguir andando.
Melissa isabell
La certeza varía en cada nuevo amanecer; no obstante, el silencio solo condena; el mostrar, libera.
El cine ecuatoriano ha vivido momentos de cumbre, donde el país se ha logrado retratar como un lugar en construcción, con ideales y sueños. Ya sea, a través de la ficción o el documental, el contar historias para ‘la gran pantalla’ es una manera de acción social.
Últimamente, la acumulación de diferentes factores está acercando al cine ecuatoriano al ocaso de sus sueños. La inmersión de las nuevas narrativas audiovisuales, el consumo desmedido de redes sociales, la falta de prácticas culturales, la inseguridad país, las metodologías educativas, el escaso financiamiento, el fraccionamiento gremial, la desinstitucionalización, entre otros, son motivos para convocar a la reflexión colectiva acerca de la realidad del séptimo arte en el Ecuador.